Chipi Barbijo

|

Moriré de gripe A, pero no voy a ser tan boludo como para usar barbijo.
Está dicho.

Saborr

|
A esta altura tomo el café sin azúcar más por fundamentalismo que por gusto. Reconocer las propias contradicciones tiene esa gracia, ese gusto de ir avanzando de a poco contra esa creencia arraigada tan absurdamente, haciendo cosas que combaten lo que se piensa al respecto, sabiendo que en breve se desterrará lo que huele a férrea convicción.
Hoy pasó que me estaba haciendo uno para mí y otro para Sara, el mío así nomás, el de ella con azúcar. Mientras le alcanzaba el azucarero le comenté que pese a que sabía que con azúcar quedaba más rico, me resistía a endulzarlo. Ella que ya sabe de eso porque me ha escuchado antes, me propuso que probara con dulce de leche. Pensé rápido en lo que dije más arriba y compré la propuesta. Acabo de debutar con café con dulce de leche.

Cumplimiento de años (Mati Morán)

|


Un 24 de mayo de 1987, consecuencia de específicos encuentros de sus progenitores 9 meses antes, llegó vida nueva al mundo. Hoy hace 22 años que Mati Morán es Mati Morán. 
¿Qué decir al respecto? De mis homónimos es mi preferido. Vecino de Villa Sarmiento, futuro pediatra, peronista, hombre de la casa, barbudo, compañero de viaje, conversador, implacable, curioso, fernetista por raíces y vinista por adopción, gran amigo que sabe escuchar.

Very Varieté brinda a por ello

Estoy un poco sordo?

|
Hoy, después de haberme resignado a no entender por qué habían puesto a Valeria Lynch a cantar esa canción que para mi no tenía nada que ver con la promoción, entendí que dice "Aleluya por el modo que tienes de ahorrar." Creativos publicitarios. Únicos. Como la gente que los toma.

Inmoralidades del lenguaje

|
·La iniciativa tuvo muy buena acogida entre los miembros de la comisión.

·El acto típico debe estar acabadamente descripto en la norma.

·Imprecisiones de esta envergadura conducirán irremediablemente el proyecto hacia el fracaso.

·Y vinculado al tópico en estudio, me gustaría traer a colación, una apreciación del Dr. Fontán Balestra.

Nociones elementales de metafísica

|

Segundo escrutinio: Ballotage

|
El asunto de las encuestas es entretenido, pero pierde en precisión. Ante la imposibilidad de determinar por medio de este primer recuento de votos el vencedor, convocamos a un nuevo comicio donde esperamos ver reflejada la voluntad popular del pueblo argentino.

A votarr!

Desmond y Juliet

|

Qué lejos estoy de decir que no necesito a Perdidos en mi vida. Lo necesito. Más que nada necesito ver el último capítulo de la tres. Me prestaron la tres sin el último capítulo. Qué fantochada que te graben así de mal los capítulos. Temporada cuatro recién? Y bueno, vengo medio atrás, pero es a medias por decisión mía. Quiero decir, soy responsable por no haber empezado antes, pero no por no haber conseguido el capítulo que me falta. En todo caso, debería responsabilizar al que me la prestó así, medio mutilada.

De esta temporada tres y de lo visto hasta ahora quisiera dejar bien dicho que mis dos preferidos son Desmond y Juliet.

Puntos de contacto entre los parciales y el grandt

|
Oh sí, rotundamente sí: existen puntos de contacto entre lo que uno se encuentra al momento del parcial con lo que uno se encuentra el lunes cuando revisa el equipo con la amarga certeza de haber dejado pasar otra fecha cargada de diez mil pesos (cien billetes de cien). Como si estuviéramos involucrados en un golpe comando preparado en todos los detalles y se suspendiera a último momento por no querer disputar la tapa del diario con el brote mundial de gripe porcina, o como cuando el árbitro anula un gol, o peor, cuando anula, a instancia de su asistente, un penal que ya había dado. Estamos desconsolados.
Hoy martes, día de metabolizar la fecha, y ya unas cuantas fechas más lejos del comienzo, en mi cabeza se cruzaron dos pensamientos que viajaban en sentido inverso, y si no inverso, al menos autónomo; si no autónomo, al menos autárquico. Cada uno estaba esperando el spot de luz señalando que salían a escena, que me iba a poner a pensar en ellos, tenía al Mercosur y al Grandt. ¿Grandt y Mercosur? Puedo explicar la presencia de ambos.
El Grandt estaba ahí porque estaba pensando en que mi equipo precisa un cambio en la mitad de la cancha pero que el presupuesto, si cambio a Mancuello no llega a los dos millones; el Mercosur tenía más protagonismo porque estaba cargado de conocimiento para hablar de él en un oral. Visto en cámara lenta el choque de cuestiones habrá parecido al principio un hecho aislado, poco relevante, un tanto de no temer. Pero cuando de entre las ruinas apareció esta idea mutó el panorama.
Volvamos al asunto del camino que llevaban los pensamientos: yo cavilaba acerca de un hecho notorio -casi evidente- vinculado al rendimiento de mi equipo, su creciente efectividad producto de una regularidad encomiable, y otro más deductivo que me llevaba a pensar si quizás esa regularidad no me jugaba en contra y no era mejor un equipo que no me rinda hasta que meta un pico en alguna y que entonces me lleve el podio. Pasa que mi equipo, flamante como estaba antes de estrenar en la 4° fecha era para mi una garantía de puntaje alto. La falta de suplentes titulares me generaba algunas dudas, pero si apostaba a que todos mis titulares me jugaran bien, buena vida. Por ahí venía aproximadamente cuando la certeza de un parcial cirniéndose sobre mí me hizo asustar y medio que traté de volver al Mercosur y a sus órganos con capacidad decisoria. Ese habrá sido el instante previo al impacto. De ahí en adelante no recuerdo todo, tengo nada más que imágenes.
un parcial. mi equipo de grandt. el momento de leer las consignas. el relevamiento de la actuación de mis jugadores durante todo el fin de semana en cada partido. las dudas por lo que no sé o no entiendo. La desazón porque mi arquero no defiende valla invicta. La sensáción de que pese a haber estudiando me van a clavar. la sensación de que aunque paré los once que para mi ganaban el premio, estoy abajo de los 50 puntos. si es oral, el miedo a la pregunta animal, cagazo de que de atras de las profesoras me aparezca el forro de rozín y me pregunte algo que no sé. las ganas de que mis defensores metan gol. la bronca por haber pasado de largo el tema que más preguntan. el odio por tener a ese jugador en el banco o haberlo sacado en las fechas anteriores del equipo. las ganas de mandar dame pin al 66066 para que me vengan las respuestas al punto c de la consigna 7. el entusiasmo con que escriben mis compañeros. lo lejos que queda la punta en el torneo de amigos. la revelación de que aun si hubiese estudiado más, las preguntas que me tocaban iban a ser peores. la sospecha de que esas figuras inesperadas o esos goleadores de ocasión podrían haber estado en mi equipo, pero que de haberlo estado no me habrían jugado tanto.

Gente como uno

|


Tuve una semana muy de mirar Animal Planet, hábito que saco y pongo de mi rutina cada tanto, tan sin darme cuenta que recién cuando vuelvo a sintonizar después de un tiempo caigo en la cuenta de que había perdido el hábito. Con la tele pasa mucho eso. Cambiaste de canal para no mirar los avisos, te enganchás con otra cosa y no volvés más a donde estabas.


"Animales al Extremo" es todo lo que puedo pedir sobre la temática insectos y animales. Si alguno nunca vivió una hora al servicio de ese programa, lo recomiendo. Hacen categorías del tipo "los más.." y te muestran diez. Te dejan siempre contento. Todos los días a las nueve de la noche.

Ultraviolento

|
It's funny how colors of the real world only seem really real when you viddy them on screen.

Si hubiese tenido DVD y banda ancha mientras tenía edad y ritmos de escuela hoy sería otro. Otro con toda el rigor de la palabra; no sería yo. Sería quizás y a lo sumo, mi hermano. Igual, aunque no estuvieron en aquella época, ámbos dos entraron a mi vida al poco tiempo de haber dejado el buzo de egresados, que desde la primera lavada me quedó anatómico, en el recuerdo. En aquel entonces, año 2005, todavía existían videoclubes y canchas de paddle y Blockbuster te ponía en la pared de estrenos películas de lomo ancho no rebobinadas. Re-bo-bi-na-das. De a poco comenzaban a circular las listas de discografías en MP3 y junto con lo nuevo nuevísimo, clásicos de siempre en DVD. No confiaba del todo en el proveedor asi que elegí de entre todas una sola: La Naranja Mecánica. El DVD tuvo eso de revivir películas que en formato video hubiesen muerto sin generar curiosidad ni culpa y darles nueva vida. El efecto sildenafil en el pacman, a gran escala.

Anthony Burgess escribió La Naranja Mecánica en 1961. Aunque no hablaba de la selección de Holanda del 74, debe haberle agradado que bautizaran así a aquel equipo rebozante de cracks en el que Cruyff la descocía después de fumarse un puchito en el entretiempo. Para no perder el relato cuando no se acordaba una palabra se inventó una jerga medio choreada del ruso con muy buenos resultados. Después de haber visto la película en inglés fue muy bajo el momento que empecé a leerlo y encontraba traducidas todos los términos que se llevaban los aplausos. Es difícil que durante unos cuantos días post peli no metas en tus oraciones esas nuevas palabras. Y es exponencialmente difícil sostener eso tan lindo de decir de casi todas las adaptaciones al cine: "no, pero la novela es todavía mejor."

El miércoles, haciendo un zapping radial me encontré con ULTRAVIOLENTO, quizás la canción más conocida y menos cantable de los violadores, esto último no por enemistad de ninguna índole con ellos, sino por lo intrincada que es la letra. Hasta donde sé, es la única canción en Nadsat de la historia de la música.

Hoy caminaba por un pasillo de la facultad y empecé a sentir cada vez con mas nitidez, a medida que me acercaba al aula que cursaba, una música de corte sensorial que no puedo negar me hizo sentir bastante desorientado. Lo cotidiano tiene eso de que con un poco de música se resignifica muchísimo. El viaje con banda de sonido tiene esa gracia cinéfila de sentir que todo a tu alrededor pasa como en una película. Avanzaba por ese pasillo del segundo piso como si un otro me hubiera incorporado a mí en lo que él estaba escuchando. No era música en realidad, eran sonidos ensamblados, algo futuristas, difíciles de descifrar, oscuros. Como oliendo el sonido Kubrick de la primera escena en el Korova, me asomé y encontré que en el Salón de los Pasos Perdidos la estaban proyectando.

Esta acumulación de sucesos me trajo hasta aquí. Los dejo con la inquietud para que rastreen lo comentado ut supra.

Capitán Iluso

|
Por un momento tuve un lapsus en la cosmovisión de los precios y llegué a creer en lo que tan deformado había entrado por mis oídos.
Estaba en la facultad, a punto de comprar un café en uno de los dos lados que tengo como puntos de provisión con un billete de dos pesos como toda contraprestación. En este punto de venta atiende un viejo del personal no docente que muchas veces está con el nieto y puedo escoger entre dos presentaciones, ambas dos telgoporíferas e indecentes: el toc toc de uno cincuenta, o el grande, de dos, que es poco más que una falacia.
Las cosas se dan así:
-hola, me das un café grande?-
-mirá que ahora el grande sale $1.50-
Iluso, entiendo que me hace el comentario por eso de que siempre le faltan monedas y que si no le doy monedas o no propongo que me dé el vuelto con palitos de la selva, se me va a enojar.
-ah qué bienn.-le sonrío cómplice, entre sorprendido y contento.
-hace ya como veinte días que cambió.- me dice como con orgullo y haciéndome notar que no soy un cliente fiel. (Es factible, porque el último tiempo venía comprando en la máquina de abajo "leche manchada").
-ta, entonces dame caramelos para hacer dos.-
Fue ahí cuando, como el tipo se me quedó mirando con cara de que estaba hablando gilada, me reproduje el diálogo hasta darme cuenta de que lo que me había dicho era que el grande costaba cincuenta centavos de más y no de menos..

Cumplimiento de años (Pablo Brian)

|
Inauguramos una nueva sección que reparte
saludos de cumpleaños con el cumplimiento de años de Pablo Brian Forte, nacido un 15 de abril de 1987.
Viajero, hincha de racing, nueve de área, rastamán, estudiante de geología, asador, tomador de mate, militante masista, espumero, amante de la lechuga y los panchos, gran imitador y ciertamente un amigo de la vida.

Very Varieté brinda a por ello.

Primer Escrutinio

|
Dos encuestas de Very Varieté han llegado a término y éstos son los resultados:
En una reñida votación, los votantes han determinado que very varieté es un helado de supermercado. El querido balde. Me parece apropiado porque, igualito al blog, a veces está bueno y a veces no.

En la otra, menos disputada, vinculada con el gusto de helado, y demostrando el rigor moral de los votantes, se eligió frutilla al agua. Creo que esto tiene que ver con que los votantes de helado de supermercado no podían elegir otro gusto

No-te-puedoo

|
Ya que del bondi venimos y al bondi vamos, traigo esta anérrrdota a colación.

"Alcanzará con decir que me tomé el colectivo porque el tren funcionaba con demora. Al escuchar al guarda -jeje al guaaardaa!-, comprendí de inmediato que no iba a volverme en ningún vagón: accidente entre flowers y little horse.
Ecuacioné mis alternativas de retorno y resolví conectar el 96 en Caballito, vía Primera Junta. Nada sorprendente sucedió en el subte hasta que llegó el colec; tampoco en el bondi pasaba mucho cuando se dio que se desocupó un asiento doble del lado del pasillo y se sentó una rubia. Y encima de ella, OTRA MINA! oponiéndole un mejor derecho sobre el asiento (lo esperaba desde antes ¿?) que le saltaba exigiéndole que se levantara. Algunos nos reíamos de lo grotesco de la situación, otros miraban incrédulos y otros tomaban una participación más activa haciendo comentarios de ocasión "qué vergüenza", "por favorrr", "este país...", "pero qué bonito". Esta situación se prolongó hasta que el pasajero que iba contra la ventanilla, a punto de ser víctima de la disputa, se corrió indignado hablando de la incoherencia de que en un país subdesarrollado los padres no sean los que enseñan a los hijos. En fin."

Tomemos un

|
BONDI

Tengo el nombre pero no sé qué ponerle para que quede rico.

Información nutricional

|
Qué regia oportunidad me brinda la religión en vísperas de este jueves santo prepascual para indagar un poco más sobre alguno de los tópicos bromatológicos que con intermitencia de luz de giro se me presentan en distintas situaciones cotidianas. En esta oportunidad, y con fines estrictamente didáctico-pedagógicos, presentamos CORTES DE CARNE.
Prefiero infinitamente pensar en cómo desarmar una vaca que ponerme a hacer el asado. En mi haber no cuento siquiera con cinco, por lo que hacer compañía al asador aportando datos precisos acerca del orígen de lo que descansa sobre la parrila y discutiendo tiempos -con suerte incluso métodos- de cocción espero ayude a pasar el rato.
No quiero dejar de mencionar que la idiosincracia de un país se refleja en los cortes de carne que consumen sus habitantes y que con altas expectativas se exportan al mundo. Helas aquí:

1 Costillar
2 Paleta
3 Azotillo
4 Bife de costilla
5 Lomo
6 Cuadril
7 Nalga
8 Vacío
9 Matambre


Elegimos hoy éste, pero merecen ser mencionados otros que desde hace tiempo desvelan a hombres de ciencia y han sido tratados en las IV Jornadas de Bromatología, recientemente realizadas en el seno de la comisión de control de alimentos del Grupo Mercosur, dentro del proceso de integración del mismo nombre:
salchicha de viena. componentes. pasado, presente y prospectiva.
fecha de vencimiento. alcance del término. precisión de la misma.
nesquik frío en ayunas. efectos adversos. cuidados paliativos. posibilidades concretas de disminuir su consumo.
kinotos al whisky. orígen del término. evolución. condena social.

Una para todos

|
Me gusta que se haga una sola y única fila para comprar boletos aunque haya más de una ventanilla vendiendo.

Dark side of the Monday

|
Un lunes negro, oscuro, espeso, como empetrolado.

A googlear, mi amor (vamos a googlear, mi amor)

|
De unos años a esta parte se encenderá la mecha y algún valiente hombre de letras defenderá con sólidos argumentos el comienzo de una nueva era, dirá que la historia no puede ser contada sin una coma desde 1789. Encontrará que alguno de los hechos relevantes del Siglo XX ha cambiado los tiempos. Quizás señale la Segunda Guerra, el hundimiento del Titanic, la muerte de Elvis o la de Perón, el campeonato mundial del '78 o la caída del Muro, pero sea cual sea SU punto de inflexión habremos de darle la razón. Porque no sólo es cierto que han pasado muchísimos años desde los sucesos de la Bastilla, sino y aun más determinante, demasiadas cosas.
Tengo un recorte de Beatriz Sarlo de una vez que llegué hasta el final de lo que escribe en la revista de Clarín. Me estaba por poner a copiarlo cuando se me ocurrió googlear la primera oración y lo encontré. Esto terminó de convencerme de que MI punto de inflexión es el momento en que alguien inauguró internet y pensó que "hache-te-te-pe-dospuntos-barra-barra" era un buen comienzo, aun sin haber jamás imaginado que llegaría a esto. Recomiendo seguir con lo que sigue, que poco tiene que ver con estas palabras preliminares, sin escalas:

Sin embargo, el acto de leer era, en sí mismo, algo extraordinario: la soledad, el secreto, la reserva de los propios pensamientos, la concentración y también las distracciones y las derivas por espacios clandestinos de la subjetividad. El acto de leer era casi más interesante que lo que se estaba leyendo, porque representaba un momento de autonomía radical respecto de los otros (los viejos, los que tenían autoridad), un acto privado que, a diferencia de la mayoría de los actos privados, no podía ser prohibido, aunque conocí gente que, a tientas, se daba cuenta de que peligraban las leyes del orden y castigaba a sus hijos prohibiéndoles que leyeran después de cierta hora, temiendo todos los desbordes que podían suceder y que muchas veces, en efecto, suceden.
Leer es una emancipación más allá o más acá de los libros; en el fin de la infancia, puede ser una fuerza secreta, que marca diferencias y también anuda amistades que, por primera vez, pueden llamarse intelectuales. Leer Hermann Hesse, Demian, a dos voces, llamándose por teléfono para comentar un episodio, discutir las acciones de los personajes (algo que poco después, cuando empecé a estudiar literatura, aprendí a no hacer), subrayar prácticamente todas las frases para comunicárselas al otro lector que también subraya casi todo. Si hubieran existido los mensajes de texto, habríamos intercambiado números de páginas y comienzos de párrafos: dos palabras, para que el otro las leyera y siguiera en el lugar indicado al mismo tiempo, como amantes separados que pactan que a tal hora leerán el mismo poema. Si la lectura fuera entendida como lo que realmente puede llegar a ser (algo descontrolado), tendría más popularidad entre los adolescentes, y se evitaría el sermoneo de los adultos que aconsejan leer como si fuera un régimen de comida sana.
Beatriz Sarlo en revista viva. 13.08.2006