Puntos de contacto entre los parciales y el grandt

|
Oh sí, rotundamente sí: existen puntos de contacto entre lo que uno se encuentra al momento del parcial con lo que uno se encuentra el lunes cuando revisa el equipo con la amarga certeza de haber dejado pasar otra fecha cargada de diez mil pesos (cien billetes de cien). Como si estuviéramos involucrados en un golpe comando preparado en todos los detalles y se suspendiera a último momento por no querer disputar la tapa del diario con el brote mundial de gripe porcina, o como cuando el árbitro anula un gol, o peor, cuando anula, a instancia de su asistente, un penal que ya había dado. Estamos desconsolados.
Hoy martes, día de metabolizar la fecha, y ya unas cuantas fechas más lejos del comienzo, en mi cabeza se cruzaron dos pensamientos que viajaban en sentido inverso, y si no inverso, al menos autónomo; si no autónomo, al menos autárquico. Cada uno estaba esperando el spot de luz señalando que salían a escena, que me iba a poner a pensar en ellos, tenía al Mercosur y al Grandt. ¿Grandt y Mercosur? Puedo explicar la presencia de ambos.
El Grandt estaba ahí porque estaba pensando en que mi equipo precisa un cambio en la mitad de la cancha pero que el presupuesto, si cambio a Mancuello no llega a los dos millones; el Mercosur tenía más protagonismo porque estaba cargado de conocimiento para hablar de él en un oral. Visto en cámara lenta el choque de cuestiones habrá parecido al principio un hecho aislado, poco relevante, un tanto de no temer. Pero cuando de entre las ruinas apareció esta idea mutó el panorama.
Volvamos al asunto del camino que llevaban los pensamientos: yo cavilaba acerca de un hecho notorio -casi evidente- vinculado al rendimiento de mi equipo, su creciente efectividad producto de una regularidad encomiable, y otro más deductivo que me llevaba a pensar si quizás esa regularidad no me jugaba en contra y no era mejor un equipo que no me rinda hasta que meta un pico en alguna y que entonces me lleve el podio. Pasa que mi equipo, flamante como estaba antes de estrenar en la 4° fecha era para mi una garantía de puntaje alto. La falta de suplentes titulares me generaba algunas dudas, pero si apostaba a que todos mis titulares me jugaran bien, buena vida. Por ahí venía aproximadamente cuando la certeza de un parcial cirniéndose sobre mí me hizo asustar y medio que traté de volver al Mercosur y a sus órganos con capacidad decisoria. Ese habrá sido el instante previo al impacto. De ahí en adelante no recuerdo todo, tengo nada más que imágenes.
un parcial. mi equipo de grandt. el momento de leer las consignas. el relevamiento de la actuación de mis jugadores durante todo el fin de semana en cada partido. las dudas por lo que no sé o no entiendo. La desazón porque mi arquero no defiende valla invicta. La sensáción de que pese a haber estudiando me van a clavar. la sensación de que aunque paré los once que para mi ganaban el premio, estoy abajo de los 50 puntos. si es oral, el miedo a la pregunta animal, cagazo de que de atras de las profesoras me aparezca el forro de rozín y me pregunte algo que no sé. las ganas de que mis defensores metan gol. la bronca por haber pasado de largo el tema que más preguntan. el odio por tener a ese jugador en el banco o haberlo sacado en las fechas anteriores del equipo. las ganas de mandar dame pin al 66066 para que me vengan las respuestas al punto c de la consigna 7. el entusiasmo con que escriben mis compañeros. lo lejos que queda la punta en el torneo de amigos. la revelación de que aun si hubiese estudiado más, las preguntas que me tocaban iban a ser peores. la sospecha de que esas figuras inesperadas o esos goleadores de ocasión podrían haber estado en mi equipo, pero que de haberlo estado no me habrían jugado tanto.

0 comentarios:

Publicar un comentario

metele variété