Él soy yo (volúmen III)

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Los inventores deberían llevarse los créditos por todo avance o desgracia que acontezca en el mundo; son ellos quienes a fuerza de ingenio y bravo espíritu alcanzan a desarrollar una idea descontextualizada del momento en que viven. No, descontextualizada no, por lo menos no siempre. Pensemos por ejemplo: el DVD es la evolución del CD. Su predecesor le dio la pauta para superarlo. Digamos entonces que los inventores se han caido del tiempo, habría que clasificarlos de otra manera, encontrar la forma de explicar cómo se mueven en relación a su época. En principio y como regla general podemos arrancar con la noción de que son adelantados a su tiempo, pero a la vez consecuencia de los que viven y han vivido. Desde la dialéctica hegeliana podríamos intepretar los momentos de invención como momentos de síntesis, pensando que condensan un proceso del tipo que propuso Hegel cuando se puso a pensar en el tema. (A veces soy tan snob..) Viajando por este camino al universo inventivo quizás descubramos la pregunta que detonó la investigación del maestro alemán. Eso sí nos abriría las fronteras y nos permitiría granjearnos el respeto de otros pensadores contemporáneos, otros que no necesariamente se alineen detrás de la cosmovisión que proponemos, pero sí avocados a desentrañar misterios cotidianos.

Traemos al festín las caras de algunos de ellos:
Rudolf Diesel

Thomas Alva Edison


Samuel Morse (código ídem)


Ferdinand Von Zeppelin

Alexander Graham Bell







Anders Celsius

2 comentarios:

Julia Muriel - "Visto de cerca, nadie es normal" dijo...

Celsius no puede tener más cara de Celsius!
Si no lo hubiera visto nunca y lo hubiera cruzado por Corrientes y Medrano, al toque lo sacaba, cuestión de feeling: "Flaco, sos Celsius. Dame un autógrafo"

Anónimo dijo...

está para pararlo y decirle: you are soooooooo celsius

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