Capitán Iluso

|
Por un momento tuve un lapsus en la cosmovisión de los precios y llegué a creer en lo que tan deformado había entrado por mis oídos.
Estaba en la facultad, a punto de comprar un café en uno de los dos lados que tengo como puntos de provisión con un billete de dos pesos como toda contraprestación. En este punto de venta atiende un viejo del personal no docente que muchas veces está con el nieto y puedo escoger entre dos presentaciones, ambas dos telgoporíferas e indecentes: el toc toc de uno cincuenta, o el grande, de dos, que es poco más que una falacia.
Las cosas se dan así:
-hola, me das un café grande?-
-mirá que ahora el grande sale $1.50-
Iluso, entiendo que me hace el comentario por eso de que siempre le faltan monedas y que si no le doy monedas o no propongo que me dé el vuelto con palitos de la selva, se me va a enojar.
-ah qué bienn.-le sonrío cómplice, entre sorprendido y contento.
-hace ya como veinte días que cambió.- me dice como con orgullo y haciéndome notar que no soy un cliente fiel. (Es factible, porque el último tiempo venía comprando en la máquina de abajo "leche manchada").
-ta, entonces dame caramelos para hacer dos.-
Fue ahí cuando, como el tipo se me quedó mirando con cara de que estaba hablando gilada, me reproduje el diálogo hasta darme cuenta de que lo que me había dicho era que el grande costaba cincuenta centavos de más y no de menos..

0 comentarios:

Publicar un comentario

metele variété