Contratapas

|
Enero y febrero, quien dice marzo, sirven para pasar por la conciencia conductas misántropas y convencerse de su fundada causa.

Por ejemplo, una que me vino a la mente en enero va por el lado de la lectura en transporte público, tren y bondi sobre todo. ODIO que la gente sepa qué estoy leyendo, me molesta, no me interesa que se enteren. ODIO esa curiosidad boluda y hago todo lo que está a mi alcance por mantener oculta la tapa del ejemplar. Si lo tengo que sacar de la mochila, lo doy vuelta para sacarlo con la tapa mirando de frente a mí; cuando me pongo a leer, doblo la hoja que no estoy leyendo por atrás de la que sí para evitar que vean la tapa. Lo mismo para guardarlo o para llevarlo en la mano: siempre contratapa para el pasaje.

Una vez me pasó en el tren que iba leyendo de pie justo encima de una mina que iba sentada. La empiezo a ver que pispea un par de veces la tapa del libro - estaba leyendo demian- y termina por preguntarme mi edad y decirme "te felicito, yo a cuando tenía tu edad tambien lo leí. es una novela hermosa." Te felicito, me dijo. Qué tendría que haber hecho?

Lo que me alegra de esto es que vengo viendo que con el diario este celoso ritual se va generalizando. Cuando no estoy cerca del que tiene el diario, miro al que está al lado de ése para divertirme con sus intentos parasitivos y las reacciones del lector cuando se percata de que al lado suyo hay un tipo robándole titulares.

Chequéalo.

1 comentarios:

mar dijo...

2 cosas:

me pasa lo mismo con la tapa de los libros, pero creo que es un error nuestro, que nos perseguimos demasiado y probablemente nadie nos esté mirando en ese momento que estamos tratando de ocultar la tapa.

yo pispeo La Razon en el Sarmiento porque nunca me toca tenerlo

Publicar un comentario

metele variété