Por el Bicentenario

A propósito del billete de 3 pesos cubanos: el billete de tres pesos cubanos debiera de ser latinoamericanamente conocido. De serlo, el año pasado no hubiese caído en esta anacrónica ocurrencia que me pareció genial hasta que llegué a Cuba.

Casting para estar en un billete de curso legal en la República. Pongamos esa consigna para el bicentenario, convoquemos a los interesados y veamos quienes surgen. A doscientos años de la Revolución de Mayo, una buena iniciativa sería evaluar a quiénes les vemos la cara todos los días y decidir si se merecen que se la sigamos viendo mucho tiempo más.

Repasemos. Tenemos al de dos pesos que es un billete predominantemente celeste y presenta a Bartolomé Mitre, fundador del diario la nación y político de la segunda mitad del siglo XIX. En el verdoso de cinco nos pusieron al heroico San Martín, un tipo que disfrutaba andar a caballo que era amigo de Simón Bolivar. En el marrón lo tenemos a Belgrano, a Manuel, el inspirado creador de la bandera nacional. En el de veinte lo tenemos a Rosas, en un billete roj. Rosas, el Reformador, la suma del poder público y otras cositas en su beneficio. En el azul lo tenemos a Domingo Faustino "gobernar es poblar" Sarmiento, un tipo que en facebook se haría fan de Europa. Roca, el conquistador de escritorio del desierto ha recibido en retribución por los servicios brindados a la patria una destacada aparición en el de cien, el violeta para los amigos. Julio Argentino Roca claramente se mandó grandes macanas, pero tozudo como era, aplicó su temperamento y s obstinación para conquistar también el billete de mayor valor. Las contratapas de los billetes son para mi un total misterio. Acabo de ver que atrás de Mitre hay una foto del " Museo Mitre". Andá a a buscarlo, no?...

Volviendo al casting: las votaciones para elegir quien iba en qué billete han de haber sido interesantes y ahora que lo pienso sería genial reastrarlas. Para algo el Congreso, el mundo, tiene taquígrafos. El objetivo de primera mano ha de ser infiltrarme en la Biblioteca del Congreso y conseguir la versión taquigráfica de las sesiones en las que aprobado el peso argentino como moneda de curso legal restaba definir a las seis caritas de entre los finalistas. Me gustaría saber quiénes se quedaron afuera a último momento, quiénes arreglaron el tongo a última hora; quiénes se rehusaron a posar para dejar su impronta en cada billete que se emite. Por un lado pienso que sería estupendo descubir una conspiración con estos móviles u otros más subyacentes, pero por otro sería difícil de digerir que los gobernantes de la década menemista hayan tenido tiempo para discutir esto, las privatizaciones y para llenarse los bolsillos con los billetes objeto de la discusión.

En el mismo nivel que la elección del modelo del billete está para mí la sesión de los concejos deliberantes de los municipios para definir el nombre de las calles. Una vez, caminando por Sucre vi que en la altura 0 (cero) de determinada calle había una pequeña placa que además de indicar el nombre del inspirador ancestro, daba cuenta de su fructífero desempeño en los años en que la competencia por ser un nombre ilustre era descarnizada y sin cuartel. Pensé en enviarle a Martín Sabatella el proyecto - estaba seguro de que iba a encantarle algo tan progre-: en las calles de Villa Sarmiento deberíamos tener chapones semejantes, para que cada cual conozca medianamente qué fue esa persona antes de ser nombre de calle. No lo hice.

Se dice que en los primeros años de entrega y dedicación a la patria, nuestros próceres confesaban que su íntimo anhelo era llegar algún día a ser nombre de calle. No se concebía en aquellos tiempos que pudieran aparecer en billetes ni en avenidas. Eran deseos modestos. Miraba recién los tres billetes que tengo acá sobr el cuaderno y reparé en que sobre el rótulo de Presidente H. C. de Diputados cada una de las tres firmas es distinta. Esto obedece a que la presidencia de la Cámara Baja se renueva cada año. Y esto es todavía más interesante: lo que proponía de las calles se cumple tal como lo soñé. Debajo del nombre completo del retratado figuran: lugar y fecha de nacimiento, fecha de defunción y su trayectoria abreviada. Aprovechando que los tengo cerca, en el de dos leo sobre Mitre "destacado político, militar, historiador, hombre de letras y periodista. gobernador de la Provincia de Bs. As. y Presidente de la República Argentina (1862-1868)". Hasta la reforma del 94, los mandatos presidenciales era de seis años, esos es lo primero que pienso cuando leo que Bartolo fue presi. Después sí tengo tiempo y capacidad reflexiva para darme cuenta que tenía chapa como para hacer lobby. El tridente liberal que mi vieja se aprendía de memoria eran Mitre-Sarmiento-Avellaneda. Billete-billete-localidad. Buen destino para los tres, eh? De Roca en el de cien leo "(Tucumán 1843-Buenos Aires 1914) Militar y estadista. Realizador de la campaña del desierto (1879). Firmó el Tratado de Límites con Chile. Fue dos veces presidente de la República (1880-1886; 1898-1904)". De Rosas, en el billete idem se informa: "(Buenos AIres 1793-Southampton 1877) Estanciero, político y militar. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires (1829-1832/1835-1852)."

Cuestión medular de esta entrada: si pensamos quiénes candidatean de entre los difuntos célebres que han posado con intenciones trascendentales tenemos al querido Ernesto Guevara Lynch. El Che ha sabido poner cara de billete. Cara de remera se le dice a su cara de billete. Esto es inadmisible. Lo reivindico: