Los monos de Lousteau

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Martín Lousteau, el némesis del campo por ser ministro de economía en aquel álgido y lejano marzo de 2008 es, los lunes, columnista en perros de la calle. Ha tenido dos intervenciones memorables. Una es la que paso a contar.

Resulta que con propósitos manifiestos y nada sutiles, se pusieron 6 monos en una jaula. Esa jaula tenía una escalera que permitía alcanzar unas bananas que colgaban del techo. Ahora bien, la cosa es que cada vez que alguno de estos monos intentaba alcanzarlas, pasaba que todos se comían un baldazo de agua fría en su nombre. Al estilo Pavlov, los científicos repitieron el procedimiento las veces necesarias como para que se generara en ellos la certeza de que el baldazo venía cada que trataban de llegar a las bananas, lo cual hizo que, generada la asociación, bajaran al que sin importarle nada seguía tratando de hacerse con las bananas.

Cumplida esa primera etapa, sacaron a uno de los monos y metieron a otro que nada había tenido que ver con lo que los otros habían vivido al principio. El nuevo, vírgen de baldazos, ni bien veía las bananas quería subir la escalera y agarrarlas, pero sus compañeros de encierro, curtidos, le daban tanta paliza que el nuevo terminaba entendiendo que no se suponía que pudiera garrar las bananas a menos que se bancara los sopapos. Así siguen haciendo, cambiando uno condicionado por uno ingenuo, buscando que la reacción de los que saben qué viene atrás de la captura de las bananas se mantenga, hasta que cambian a todos. Los que entraron en el recambio no saben nada del balde, sino que aprenden la regla por los golpes que le dan sus congéneres.

Cuando ya no queda ninguno de los que empezó el experimento los sanguinarios hombres de la ciencia comprueban que los monos, sin baldazo y sin conocer el fondo del asunto, reaccionan a los golpes. Ninguno sabe porqué, simplemente está prohibido, no está bien visto, no se admite, te cagan a trompadas.

La vida misma. Será justicia.

2 comentarios:

Yodi dijo...

La mismísima vida, T!

Algún día tenía que firmar...

Very Varieté dijo...

bienvenidísimo, R. sentite en casa.

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